24 sept 2011

Futuro energético


Desde épocas ancestrales el hombre ha utilizado su ingenio para hacer su vida más fácil y cómoda utilizando diferentes formas energías.
Hasta hace poco más de doscientos años las principales fuentes de energía eran la fuerza de los animales y la de los hombres y el calor obtenido al quemar la madera. Con la revolución industrial, el invento de la máquina a vapor, ha cambiado drásticamente las fuentes de energía que mueven a la sociedad actual. Ahora, el desarrollo de un país está ligado a un creciente consumo de energía de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural.
Las energías primarias son aquellas provistas por la naturaleza en forma directa. En nuestro país, la matriz energética primaria está basada principalmente en recursos fósiles, en el 2008 esta fuente de energía ocupaba el 91,23% del total.


En cuanto a la matriz de energía eléctrica, en la última década a ocurrido un progresivo aumento en la participación de la generación térmica. Las centrales térmicas utilizan para su funcionamiento gas, gas oil, fuel oil y carbón, es decir ha aumentado el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, en detrimento de las fuentes hidroeléctricas.
A partir del 2002 el crecimiento económico estuvo acompañado de un gran crecimiento en la demanda de energías, ante la escasa planificación heredada de la década menemista, el gobierno nacional ha encarado varias medidas. Algunas positivas como la campaña nacional por el uso eficiente de la energía y el incentivo a las energías renovables, especialmente la eólica. Pero también, apremiado por la demanda, ha invertido grandes recursos en construir tres centrales térmicas, haciéndonos más dependientes de los combustibles fósiles, especialmente del gas, al mismo tiempo que las escasas reservas del mismo hacían necesario importar gas licuado.
Veamos un poco a futuro, la planificación en materia energética es fundamental, las previsiones se realizan con diez o veinte años de antelación, y modificar considerablemente la matriz es un proceso que puede llevar varias décadas.
De llevarse a cabo ciertas transformaciones que están incluídas en las cinco causas de Proyecto Sur, aumentará de forma considerable el consumo de energía. Esta consecuencia inevitablemente tendrá puntos ríspidos con las consignas de defensa del medio ambiente y preservación de los recursos naturales.
Por un lado, mejorar la calidad de vida de millones de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza traerá aparejado una mayor demanda energética de parte del sector residencial, ya que cuanto mayor es el nivel de vida, mayor es el consumo. Desde el punto de vista del consumo eléctrico por ejemplo, no gasta lo mismo una familia clase baja, que apenas tienen unos foquitos, y con suerte una heladera y un televisor que una familia clase media que utiliza aire acondicionado, microondas, freezer, computadoras y millones de electrodomésticos más.
Por otro lado, para reconstruir las industrias de base como la ferroviaria, la aeronáutica y la naviera será necesario disponer de energía abundante y barata. Pensar en importar la energía sería atar el desarrollo industrial al mercado y a las decisiones de países exportadores de energía.
Es fundamental entonces aumentar la capacidad energética, por un lado recuperar las empresas estatales de gas y petróleo para orientarlas a las satisfacción de las demandas internas, y por otro lado hacer más eficiente el uso de la energía y diversificar la matriz para hacerla menos dependiente de los combustibles fósiles.
En este marco las energías alternativas surgen como una buena opción, pero al mismo tiempo se plantean nuevas incógnitas. ¿Hasta que punto es sustentable utilizar biodiésel o bioetanol, implica reemplazar pozos petroleros por campos de soja y caña? ¿Puede la energía eólica reemplazar a las grandes centrales térmicas en el corto o mediano plazo? ¿Es conveniente correr el riesgo que implica la energía nuclear, o mejor abandonar las décadas de inversión del país en ese tipo de tecnología? ¿Qué hay de cierto en el mito de que es necesaria más energía para construir paneles solares que la energía que este podrá proporcionar?


6 sept 2011

Mi puerta

Me despertó la risa de unos niños. El lugar me resultaba conocido, pero era extraño despertar ahí. ¿Qué hacía yo en una plaza a esas horas? ¿Por qué esos niños correteaban a mi alrededor como si no importara que yo estuviera durmiendo? Estaba cerca de casa. Unas pocas cuadras y mi cama caliente borraría el recuerdo de este dolor de espalda. Aquel banco era muy incómodo. ¿Cuánto tiempo habré estado allí? Me incorporé y con algo de duda emprendí el camino. Bajar cinco cuadras y doblar media a la izquierda. Un banco de plaza. ¡A quién se le ocurre! Bajar cinco cuadras y doblar media a la izquierda. Es extraño. ¿No debería haber aquí un supermercado? Estoy desorientado, quizá en la próxima esquina. Bajar cinco cuadras y doblar media a la izquierda. Estoy seguro de haber seguido mis propias instrucciones, pero la puerta que allí me esperaba no era la que me devolvería a mi lecho. Sólo quería recostarme y la confusión me impedía hallar la esquina correcta donde doblar. Avancé unas más, luego retrocedí. Puertas, carteles, indicaciones, lugares conocidos que desconocía. Entrar y salir. Doblar y regresar. Ninguna era mi puerta. Volví al inicio. A aquel banco. Debía recomenzar la búsqueda. Bajar cinco cuadras y doblar media a la izquierda. Y aquellos niños seguían allí. Las contaré. Sólo pensaré en contar las cuadras. No me detendré en ningún detalle menor. Nada me distraerá. Bajar cinco cuadras y doblar media a la izquierda. ¿El supermercado? ¿Por qué no estaba allí el supermercado? ¡Qué importa! ¡Quiero mi puerta!... Bajar cinco cuadras y doblar media a la izquierda. Y allí estaba de nuevo frente a aquella otra puerta que se esmera en ocultar tras de sí a mi puerta. "¡Devolveme mi puerta!" Grité mientras sostenía aquel picaporte tieso, duro, inerte, tan distinto al que empuño cada día al traspasar mi puerta. La puerta que no encuentro, la puerta que debía esperarme y no está. Tiro con fuerza y aquella otra puerta que ha usurpado el lugar de la mía se abre, alguien del otro lado me observa y me dice "¿Hoy de nuevo? Ya le dimos ayer, vaya...Vaya, para la semana que viene le junto alguito." La puerta se estrelló contra mi rostro. Se transformó en un muro infranqueable, en una barrera que me separaba de quien yo soy, o de quien yo creía ser, o quizá de aquel recuerdo de quien yo había sido. O tal vez era tan sólo un deseo... Un deseo que quizá he alimentado cada noche en el banco de una plaza, en el banco en el que ahora me encuentro fatigado, intentando dormir, queriendo no despertar, extrañando mi puerta. Si tan sólo esos malditos niños se callaran. ¿Acaso ninguno ve que estoy aquí?

(zarlanga no se hace responsable de este escrito)