7 feb 2010

El misterioso y fantástico mundo de lo onírico

Los sueños son la imaginación en estado puro, no respetan leyes físicas ni morales, son la libertad en su máxima expresión.
Dicen los científicos que todo el mundo sueña, siempre, sucede que muy pocas veces los recordamos, o si lo hacemos en en forma vaga.
Tal vez es conveniente que así sea, porque en los sueños somos absolutos dueños y creadores de nuestro destino. Allí no existen más límites que los de nuestra imaginación, pero no nuestra imaginación cotidiana y chata, presa del agotamiento mental y físico y aplastada por el bombardeo de influencias exteriores. Sino nuestra imaginación liberada, capáz de crear mundos, personajes y situaciones en cuestión de segundos y llevarnos hacia insólitos desenlaces, mostrándonos nuestros deseos más ocultos.
Entonces, cuan amarga sería la vida si tuviésemos el completo y vivo recuerdo de ese estado. Soñar sería la peor de las drogas, o la mejor.
Afortunadamente, el vago conocimiento de la existencia de ese mundo paralelo, de plena libertad , nos permite resistir en este mundo real, donde muchas veces la fría y dura lógica nos guiaría hacia la rendición, a bajar los brazos.
La represión nunca llegará al mundo de los sueños, y es por eso seguimos apostando a ellos.

1 comentario:

  1. Recuerdo una frase excepcional del Che:
    "Sueña y serás libre en espíritu, lucha y serás libre en vida".

    Encontré este blog en el facebook de Proyecto.
    Les mando un abrazo, compañeros.

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